domingo, 11 de noviembre de 2012

Sencillez y rectitud de las intenciones

1.) Leer y comentar este articulo de Ramon Pellitero profesor de Teologia de la Universidad de Navarra.

2.) Trasladar la valoracion para los diferentes actores a los dos ejemplos de: Madrid Arena y los hermanos en transplante de medula.


Ramiro Pellitero, profesor de Teología de la Universidad de Navarra
Expone diferentes ideas sobre la rectitud de intención a la hora de realizar las acciones. En las relaciones personales la intención puede ser el factor que determine que se dé la verdadera comunicación, la amistad, el amor.

Como conclusión, Pellitero expone que la vida del cristiano tiene que estar guiada por la sencillez y una verdadera rectitud en las intenciones, esto es, por buscar que la gloria de Dios se manifieste en cada una de nuestras acciones.

En las relaciones con las personas, lo ideal sería dirigirnos a ellas con sencilla disponibilidad, sin buscar producir cierta impresión, ser envidiado, salir adelante. Pero, por el contrario –añade–, cuántas veces se alaba para ser alabado, se sirve para ser servido; y con ello se toma al otro no por lo que es sino por lo que nos aporta.
Y cuando nosotros vemos esto en otros, nos hace cautos, precavidos, recelosos. Impide la libre comunicación, que es condición para la autenticidad de las relaciones humanas.

 Naturalmente, dependemos de los demás en nuestras relaciones; así que no sólo es correcto sino necesario tratar de conseguir algo de ellas. Pero esto no debe estropear los encuentros entre las personas, donde la actitud no debe quedar determinada por otra finalidad u otra intención que estar con esa persona y centrarse en la conversación o en la diversión, o en lo que sea.
Algo similar tendría que suceder en nuestra relación con el trabajo. En este sentido esta el contraejemplo del estudiante que, con frecuencia sólo trabaja con vistas al examen. Claro que eso es su derecho, pero no puede determinarlo todo.
Trabajar bien tiene que ver con la sencilla actitud de servir. Sirve, dice nuestro autor, quien “hace el trabajo que es importante en cada ocasión y en el momento. Está entregado a él interiormente, y lo hace tal como quiere ser hecho. Vive en él y con él, sin segundas intenciones ni miradas laterales”.
Y esto, señala, es hoy una actitud que parece ir escaseando. “Las personas que hagan sus cosas en pura entrega, porque son valiosas, porque son bellas, parecen ser raras”. La acción suele desviarse por la intención del provecho o del éxito, y así se estropea.
Por eso, cabría concluir, la autenticidad del cristianismo subraya la rectitud de la intención en todo: en las relaciones con los demás, en el trabajo y especialmente en relación a Dios. Cuando se actúa sólo “cara a Dios” se va consiguiendo la sencillez y la rectitud de la intención. Se busca servir a su gloria, es decir, que su amor se manifieste en todo lo que hacemos. Y nada más.

6 comentarios:

Sheila dijo...

Este texto me parece muy interesante, y también acertado. Vivimos en una sociedad en la que se castiga al triunfador por celos, y al perdedor por el simple hecho de tener mas que él. Tiene razón cuando dice que se esta perdiendo la autenticidad de las relaciones, pero no podemos cambiarlo, es tan normal ya que nadie se da cuenta. y la 2º pregunta no se que quiere decir

Alicia dijo...

Para mi tiene mucha razón en sus palabras y te hace reflexionar sobra algunas cosas.En la sociedad actual se están perdiendo muchos valores,y hay muy pocas relaciones autenticas.
Respecto a la segunda pregunta en el caso del Madrid Arena todo el mundo tiene parte de culpa,pero unos a otros se echan la culpa de lo que ocurrió,nadie se quiere responsabilizar.
En el caso de los hermanos me parece admirable,y una acción magnifica.

Maria dijo...

Un texto realmente interesante, nuestra sociedad está perdiendo muchos valores. Las personas que hacen buenas acciones sin buscar nada a cambio se les califica como raros ya que actualmente no es lo normal en una persona.
En el caso del Madrid Arena todos se limpian las manos, nadie se quiere responsabilizar y eso que tienen todos culpa de lo ocurrido.
En el caso de los hermanos me parece una acción preciosa y admirable.

Unknown dijo...

Sé que esta era la actividad de grupo, pero como he visto que Alicia se equivocó y la hizo individual, pues yo voy a dar aquí mi opinión.
Para mí es un texto bastante acertado sobre todo para la sociedad actual en la que vivimos. Estoy de acuerdo con María en que las personas que realizan acciones buenas sin querer recibir nada a cambio se les considera como "raros", cuando no debería de ser así y yo estoy totalmente en contra, pero por desgracia actualmente en muchos casos es así, y sí seguramente muchas personas no estén de acuerdo con esto, pero nadie hace nada por intentar evitarlo. En definitiva, yo creo que esto es algo que todos debemos tener presente y cada uno poner nuestro granito de arena, y no vale con que solo unas pocas de personas intenten poner remedio, ya que en el fondo es algo que nos afecta a todos.
En el caso del Madrid Arena yo pienso que "los actores" son: las personas que van a la fiesta, los padres por dar permiso para que sus hij@s fueran, incluso sabiendo que algunos no contaban con la edad la edad permitida, las personas encargadas de la organización de la fiesta, el ayuntamiento por dar permiso etc. Este yo creo que es un caso en el que en realidad la culpa es de todos aunque en el fondo no es de nadie, pero por desgracia como muchas veces pasa que tiene que ocurrir algo para que se ponga remedio y la gente coja miedo para eventos sucesivos.
Y en el segundo caso los actores son los dos señores. Esto es una acción magnífica y de tener muy buen corazón, que yo creo que merece la pena valorarla, ya que hoy en día hay pocas acciones como esta.

Sandra Álvarez Cordero dijo...

Este señor ha definido a la perfección la actitud de la sociedad humana. Hacemos las cosas con un motivo,buscando un fin (bueno o malo).
El caso de los hermanos, me parece muy solidario.
En cambio en el Madrid Arena la situación es detestable, todos se lavan las manos intentado pasarse la culpa cuando cada uno tiene su parte. Unos por organizarlo mal(1º actores), los jóvenes que asistieron (2º actores), los padres (3º actores), las autoridades (4º actores) y el dinero (protagonista de la obra, ya que todos los demás actores tienen trabajo gracias a él, pone en movimiento toda la historia)

Unknown dijo...

Lo que pretende decir esa que aunque hagamos las cosas mal o bien, debemos tener expectativas en la vida, saber porqué hacemos lo hecho.
Lo del Madrid Arena fue algo que tuvo como consecuencia la mala organización por parte del ayuntamiento de Madrid y la empresa organizadora. Los chavales mintieron a los padres, y los padres, los pobres terminaron sufriendo por los hijos y por los que murieron, ya fue algo que los arruinó por completo.